sábado, 5 de diciembre de 2009

Horno de pan: construcción

ASÍ SE HACÍA UN HORNO DE PAN
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Para hacer un horno de pan primero se había de disponer de adobes de barro adecuados.Debían tener una forma ligeramente redondeada para que el adobe quedara un poco más largo por la parte de atrás que por la de delante.
Los adobes quedaban más o menos como las piedras que componen un arco, porque los hornos eran totalmente circulares. Para el suelo del horno se hacían baldosas bastante gruesas, con el mismo material (barro y paja molida) que los adobes y se secaban igualmente al sol.


Con estos dos materiales ya se podía empezar a hacer el horno. Primero se colocaba en el suelo del horno una capa de grava o guijo (guijarros de tamaño regular) y se cubría con ceniza.

A continuación, se colocaba la primera hilera de adobes, procurando que quedasen en un círculo lo más perfecto posible. Después se iban poniendo filas de adobes sucesivas intentando que cada una de ellas fuera ligeramente inferior a la anterior para ir dando al horno la forma de bóveda o media naranja.

La colocación de las últimas hileras era muy difícil y se acababa poniendo un único adobe en vertical para cerrar la cúpula. A veces, si no se tenía gran pericia, acababan por caer al suelo todos los adobes. De ahí viene el dicho popular de “tente mientras cobro”, que decía maestro de obras contratado para la construcción.

Colocados todos los adobes, se habían de recubrir con una buena capa de lodo tanto por dentro como por fuera para que no se desprendieran.
Los hornos se construían generalmente con la boca o entrada en la pared de la cocina, por encima del hogar en el que se encendía la lumbre.

Cuando se estaba cociendo el pan, se cerraba la boca del horno con una plancha metálica para guardar mejor el calor. Previamente se recogían las ascuas, amontonándolas a un lado del horno, y se mantenía un poco de lumbre encima para que las hogazas de pan se dorasen.

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