lunes, 9 de noviembre de 2009

Arando los campos


Por los campos en otoño arando la tierra en el monótono ir y venir, tras una yunta de bueyes, dando la vuelta al arado al final de cada surco y comprobando lo poco que se avanzaba y lo mucho que quedaba.
Era la primera de una larga serie de tareas que culminaría en la recolección.
Desde el arado romano hasta tirado por yuntas de animales a las modernos equipos arrastrados por potentes tractores. Horas y horas de trabajo interrumpidas para el descanso de animales y personas.


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